La presión hidrostática es aquella que los caños TOM® soportan a consecuencia del fluido que se transporta en su interior. Su importancia es tal que la resistencia a ésta es esencial para el correcto funcionamiento de la pieza.
El tubo de PVC Orientado TOM® es capaz de soportar esfuerzos a presión hidrostática interna de más de 2 veces la presión nominal en sobrepresiones puntuales, lo que ayudará a hacer frente a posibles golpes de ariete y otros funcionamientos anómalos surgidos en la red, evitando rupturas y fugas que reduzcan la eficiencia del sistema hidráulico.
En este sentido, debe tenerse en cuenta la “fluencia”, que es la pérdida de propiedades mecánicas que sufre un producto con el paso del tiempo al someterse a esfuerzos de forma continuada.
En el caso de TOM®, esta característica se manifiesta de un modo más leve que en otros plásticos convencionales. Esto es gracias a las propiedades ofrecidas por el PVC-O 500, que destaca por una resistencia a la fatiga excepcional y una resistencia química muy buena.
Esta característica resistencia a la presión hidrostática permite que los tubos de PVC-O TOM® mantengan las características propias de la clase 500 más allá de los 100 años, tal y como demuestran los ensayos a largo plazo (10.000 horas) efectuados por un laboratorio independiente acreditado según la norma ISO 9080:2013 y UNE-EN 1167:2006 Parte 1 y 2. Con ello se concluye que el tubo puede resistir su presión nominal más allá de los 100 años, siempre y cuando no haya alteraciones en el funcionamiento de la instalación.
Por tanto, esta alta resistencia a las fuerzas hidrostáticas permite que el caño TOM® de Molecor Paraná cuente con una larga vida útil de más de 100 años.