La innovadora tecnología Molecor con la que se fabrica el tubo TOM® ha implementado un novedoso proceso de fabricación que ofrece una gran eficiencia y ahorro energético. En comparación con la producción de caños hechos con otros materiales, el proceso que utiliza Molecor Paraná requiere mucha menor cantidad de energía.
Esta reducción de energía necesaria es también menor que en los tradicionales métodos de orientación molecular del PVC.
Parte de esta reducción de la energía se debe a la ausencia de agua a altas temperaturas durante el proceso de fabricación de los caños de PVC-O, sustituida por aire a presión gracias al Sistema Genuino de Aire en el que se basa la tecnología Molecor.
A ello también contribuye el hecho de que el proceso de fabricación del caño TOM® se realiza de forma continua, lo que a su vez también aporta un mayor control y regularidad al producto.
Por otro lado, la perfecta lisura de la pared interior del caño TOM® minimiza las pérdidas de carga y dificulta la formación de depósitos en las paredes del tubo, aminorando la energía necesaria para transportar el fluido a través de las conducciones.
En la fase del bombeo, etapa en la que se consume una mayor cantidad de energía, gracias a las características del caño TOM®, se logra optimizar este consumo, lo que redunda en un ahorro energético importante y, por tanto, se incrementa la eficiencia energética del tubo de PVC-O y de la red. De esta forma, los tubos de Molecor Paraná logran reducir los costes económicos de la instalación.
Gracias a la tecnología Molecor y a las propiedades que ofrece el tubo TOM®, reforzadas al eliminar las costuras de la copa, la eficiencia y el ahorro energético mejoran en todas las fases de su ciclo de vida, desde la extracción de la materia prima hasta el uso del caño, pasando por la fabricación de éste.